lunes, 30 de junio de 2014

BI-PARTYDISMO VITAL

En estos tiempos en que el bipartidismo está de capa caída yo reivindico el bipartidismo vital. Antes si eras rubia no podías ser morena, hoy las raíces son moda. Si eras mujer no podías ser hombre, hoy la transexualidad es un hecho. Antes, si eras de izquierdas no podías ser de derechas… hoy los políticos comparten discurso. Pero hay cosas en las que los grises no existen, el bipartidismo vital, ahí van algunos ejemplos, la vida se divide entre los que:

Opción A. Son de Colacao
Opción B. Son de Nesquick.
O lo que viene a ser lo mismo, la gente que le gusta la espesura, el grumo vital, la intensidad y los que les van los polvos rápidos que se deshacen pronto.

Opción A. Ser lector del horóscopo
Opción B. Ser lector de El País.
Los que les gusta saber qué les depara el futuro o los que disfrutan con la mierda que ofrece el presente, soñadores o pragmáticos. 

Opción A. Los de Poesía de Machado
Opción B. O los de rimas con Torrelodones y Cinco.
O lo que viene siendo… “Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla, y un huerto claro donde madura el limonero” o por el culo te la hinco. 



Opción A. Los amantes de los animales.
Opción B. Los que se la pelan los animales.
Es decir, los que ponen fotos de sus mascotas en internet personificando cada una de las estúpidas acciones que protagonizan sus perros o gatos o los que pagan una riñonada por ver a José Tomás con un puro en la boca.

Opción A. Los pro-trono.
Opción B. Los tronistas.
Los monárquicos, esos que creen en el campechanismo ilustrado y ven en el recién abdicado, un hombre cercano que igual coge una moto pedo en mitad de la noche sin que le pare un poli, que igual se tira a Bárbara Rey. O los de "Mujeres Hombres y Viceversa".

Opción A. Los que son del Museo del Prado.
Opción B. Los que prefieren el Museo de Jamón.
Aquellos que vibran (esta es una palabra que marida de lujo con el arte) durante horas con "El Jardín de las Delicias" de El Bosco. O aquellos que más que vibrar,  les tiembla la mano después de siete cañas y dos raciones de jamón ibérico con codo apoyado en barra de madera. Para los que estar rodeados de cuadros es los más sublime y para los que el cuadro más bonito es una pata de jamón colgando.

Opción A. Los de Taylor Swift
Opción B: Los de Miley Cyrus.
Que es lo mismo que ser de Cayetano o de Paquirrín. Te va la belleza clásica, Rodin y sus proporciones, el buenismo, Disney y la sosez. O prefieres las cachas en forma de body de lentejuelas encima de un escenario o una barriga peluda, la belleza escondida que hay que descubrir, la sal de la vida.

Opción A. Culistas
Opción B: Tetistas.
Los hay a los que los culos les vuelven locos o los que se mueren por un escote. En la vida hay que elegir entre enseñar canalillo o llevar minifalda, eso lo saben 90 de cada 100 madres, si no, serás una guarra. Y la única persona que lo puede enseñar todo sin que te pidan tarifa… es la novia de Ronaldo. 

Opción A. De profiteroles.
Opción B. De analgésicos.
Aunque los dos suenan a medicamento (porque... ¿quién coño puso a un pastel el nombre de una medicina?). Viene a ser las que para evadir el sexo siguen diciendo que les duele la cabeza o las que para suplir la falta de sexo se ponen tibias a pasteles de chocolate.

Opción A. De Nancys
Opción B. De Barbies.
Las de Nancys eran las que apuntaban al intensismo, las que han acabado siendo biólogas, filólogas, antropólogas o ingenieras. Las de Barbie, el petardismo de toa la vida de Dios. Se empieza por una Barbie y se acaba con los pechos operados y andando de puntillas. 

Opción A. De Massiel
Opción B. De Pocholo.
O lo que viene siendo drogadictos punto cero o drogatas folclóricos. Los de Pocholo son los amantes de la química y los Massielistas, los cubateros con paquete de Marlboro en el bolsillo de la camisa. 

Opción A. De McDonalds
Opción B. De Burguer. 
Aunque es la misma mierda… los segundos piensan que a la hora de comer... el tamaño sí importa.

Opción A. De Fanta
Opción B. De Mirinda.
La única diferencia, la edad, si no sabes qué es una mirinda, tienes menos de 40. 

Opción A. Los de intolerancia
Opción B. Los de tolerancia cero.
Los sinceros o los que les gustan los eufemismos. Los segundos son los mismos que nunca te dirán que tienes un moco en la cara y te dejarán hacer el ridículo durante tres birras más.

Opción A. De Mac.
Opción B. De PC.
Te van las manzanas o eres de chuletón de Ávila.

Opción A. De cuadro Vichí.
Opción B. De print.
La diferencia en realidad es de dónde eres, o de Móstoles o del barrio de Salamanca.

Opción A. De Tinder y Grinder.
Opción B. O de barra de bar.
Que es lo mismo que analógicos o tecnológicos, pero en realidad ambos quieren echar un polvo fácil.

Ahora, fiel lector/a, has de marcar con un círculo las opciones elegidas a modo de test de la Súper Pop:

Opción A. Tienes mayoría de Bes
Opción B. No has hecho el test.
La diferencia es si eres un looser o un tío listo que tiene mil cosas mejor que hacer que esta gilipollez.

domingo, 8 de junio de 2014

MADRIZ CON Z

Madrid es un crisol de culturas, una ciudad ecléctica, un icono de modernidad, cosmopolita, abierta, openmind y pasando de topicazos petardos… Madrid es mucho, sí. Muchas cosas y demasiadas personas. Una ciudad donde los camareros son rancios, pero tiran bien las cañas. Donde la cultura urbana hierve a ritmo de gallineja y entresijo. Una ciudad de chotis, de chulos, de Chueca, de chinos y de chatos, chachi, dabuten y tronco. Donde se acoge a todo el mundo porque nadie es de Madrid. Si encuentras a tres madrileños de segunda generación en el mismo bar… es que son familia. Y nada de sagrada, eso es en la Barna. Aquí el modernismo no está en los edificios, sino en Malasaña. 



Madrid, paraíso de la caña, con espuma espesa, tirada en dos tiempos, con calma, con alma… de gato y de patos, los del Manzanares. Un río de mierda y de carpas con pretensiones. Playeras como el Sena. Carpas que comen choped de restos de los bocadillos de los escolares. Que los jubilados pescan los sábados, y luego devuelven… casi siempre, porque alguna acaba en el plato. Que en tiempos de crisis, buenas son tortas y callos, y "Bolas" de cocido. Madrid con dos huevos, los de "Lucio". Un Madrid de pelotas, las de fútbol. De Dioses y de Diosas, Cibeles, Neptuno o los que todavía adoran en las iglesias de Chamberí los domingos. 

Con "Mataderos" donde las pieles de antiguos animales hoy las llevan modernas de labio rojo con deportivas que acuden a "las salas de despiece" a ponerse finas de arte culinario y carpacios y esferificaciones de salmón ahumado. Madrid es metro que vuela, a veces sí y casi todas no tanto. Donde lo que vuelan son carteras y brisa de sobacos mañaneros, roces de paquetes recién levantados o izados como la bandera de Colón. Con metros y metros de tela y ésta sí que vuela, porque no hay como tener tu propio viento, por si los aires no acompañan. Y aquí pasa, entre humos de tubos de escape, desodorantes, boinas y vainas. 

Capital del Fútbol y de Museos. Museo del Prado y del Jamón, a partes iguales. amor por el arte. Las Ventas, que se llenan de puros en San Isidro, unas Ventas rebosantes que ya podrían estar en las tiendas. Madrid de señorío y barrios decadentes, San Blas y Vallekas con k, y "ejques", que no es lo mismo que "jeques" por mucho que se empeñe el corrector del Mac. Madrid de Pintos y Valdemoros y Parla que te parla, antaño con una silla en la puerta de casa. Hoy eso ya no pasa. 

De pesetas y taxistas y manifas, todas y todos los días. De atascos y túneles costosos que esconden los humos. De cuatro torres y de caballos, de reyes con palacios y nuevas reinas y peones, hasta 6 millones.  Atocha y Renfe y políticos y movidas. La de los ochenta y la de todos los días. Cada vez menos, eso dicen los pesetos. De carpetillas que inundan la calle Fuencarral pidiendo por las ballenas, por los refugiados, si no te paras eres malo. 

Madrid generoso, que reparte ese agua buena, Madrid de chalets en la sierra. De modernos, modelos, de pintores, productoras y creativos, de negocios, de sobres entre las manos y sobras de comedores. De pedigüeños de pitillos y de vendedores de rosas. De grafitis y carreras de domingo. De ferias del libro, IFEMAS, Fashion Weeks, de eventos, un Madrid de centro, o más bien de derechas. De Esperanza, y antes de Leguina. Pongamos que hablo de Madrid, de Sabina. De multas en el coche y bombas, de atentados en Atocha. 

Un Madrid de aquí al cielo, un cielo precioso, que sólo se ve a días.  De castizos y pocos castos. De Barajas, pinta en bastos. Donde aterrizan aviones llenos de rusos, que no vienen a por la ensaladilla. Más bien a la milla. La de oro, compro y vendo a pie de calle con cartel en mano. Sortijas, pulseras e incluso los dientes de la abuela. De moros, de chinos y rumanos. De búlgaros y de todos los lados. Que aquí se acoge a todo el mundo porque el mundo entero vive aquí y nadie es de Madrid coño. Bueno sí, el Madroño. 

Madrid de conciertos, de jardines de Sabatini, de ópera y de Teatros de Gran Vía. De cines cerrados y cuentas abiertas en los bares. Madrid maravilloso que nunca conoces del todo, con rincones y esquinas sin conquistar, con putas e hijos de puta. Lleno de tiendas caras y skaters, de barrios de Salaanca donde la que no es p… pija es manca. De Almudenas, feas como catedrales de ladrillo gris y San Isidros. Un Madrid de Diverxos y gallinejas. Que en dos días se reconstruye y te deconstruye unos callos. 

De Casas de Campo, donde no hay casas y sí campan a sus anchas las putas. Con el zoo al lado, aunque los animales están fuera, andan con dos piernas, llevan pantalones y las atacan, eso sí escondidos, retirados en una lado. 

Y de Retiro hablamos, donde se lee la mano. Y si leo la tuya, Madrid, lo tengo claro, te deparan una larga vida. Con disgustos y alegrías, sin olimpiadas, veremos si "Podemos" o no podemos. Con miles de historias en las calles, en los bares, en las casas… Madriz con zeta que así suena más fuerte, al césar lo que es del césar, larga vida a Madrid, larga y vida.