domingo, 29 de diciembre de 2013

SEGUIR SOÑANDO...

El Retiro… parque típico donde se ven cosas atípicas… eso sí, cada vez menos atípicas, porque la vida está llena de paradojas, de momentos tristes con risas, de instantes alegres con lágrimas, de ruido fuera y soledad por dentro, de soledad con voces en tu cabeza, de imágenes como ésta, dormidas, que te hacen despertar de la inconsciencia amorfinada en la que vivimos. 



Esta foto, robada, o prestada… porque si consigues conciliar el sueño una mañana con domingueros al lado que lo ocupan todo, es que tienes la conciencia muy tranquila o ha dejado de importarte la vida. Dormir con abrigo, con sombrero, y de almohadón un maletín. Un retrato de la crisis, cruel y hermoso a partes iguales. Apoyados en documentos, números, pasta y cifras, inconscientes tras ingerir píldoras de dinero, ajenos al frío que hace fuera. Elegantes en nuestro sueño, aunque esté roto desde hace tiempo.


Un maletín, que en las pelis siempre está lleno de dinero sucio, le sirve de almohadón. El sombrero que se ponen los señores de posición, los de cubertería de plata y chófer a la puerta. Un abrigo de paño perfectamente abrochado que suele cubrir trajes caros, hechos a medida y aquí es un pijama. Zapatos negros, atados, sobrios, brillantes, que cubren unos pies que han pisado moquetas y caminos. Barba recortada que esconde una piel dorada a la intemperie. Y he aquí la prueba del delito, unos guantes de nieve, lo único que le delata, lo único que le hace consciente del frío helador, porque en las manos se intuyen las arrugas. Son el mapa y la huella del delito, las que destapan la vida, con callos o manicura bien hecha, uñas negras del campo o deformidades antaño del bolígrafo, manchas de tinta de la pluma o algún dedo de menos por una máquina rebanadora de la fábrica. Anillo de casado o manos que han rozado muchos pechos… escondidas del frío y de los curiosos. Porque así puede soñar con ser lo que quiera, un ejecutivo, un banquero, un comercial perfeccionista, un pulcro y recto hombre casado de misa diaria, un artista fracasado o un exitoso músico que no conoce el fracaso… Papá Noel de incógnito o el mismo Botín camuflado, mi vecino, el tuyo, mi padre, tu abuelo, yo misma o tú… podemos ser cualquiera, soñando con ser otro y escondiendo las manos para q no nos descubran. Más sueños y menos miedos para el 2014. Dulces sueños señores.