domingo, 30 de marzo de 2014

DOS PADRES NUESTROS


Padres Nuestros que estáis en nuestros sueños

santificados sean vuestros cocidos

vengan a nosotros vuestros tuppers

hágase vuestra voluntad 

porque cuando seas padre comerás huevos

dadnos hoy nuestro pan y chorizo y jamón del bueno, cada día

perdonad nuestras borracheras

porque también nosotros perdonamos las vuestras,

no nos dejéis caer en los porros

y libradnos del mal… hachís…

Amén.


Y con este santo aproaching, comienzo mi homenaje a esos seres que te quitan los mocos y te dan la vida, los padres, los pÁpas, los viejos…, lo macarra  que seas al llamarles, no importa, porque ellos lo aguantan todo. Y esa es su mayor virtud, da igual que seas un desarrapado, vago, cuerpoescombro, vistas como un homeless, te pilles ciegos cada día y estés sin un pavo 30 de cada 31 días de mes…, para ellos eres su cachorro, al que tienen que cuidar, sobreproteger e incluso seguir alimentando, aunque tengas edad para ir al "Cleofás". (Eso sí, que lo hagan, no significa que sea bonito, apréndete el cuento, eso es abusar como lo haría Massiel en una boda con barra libre).



- Esas madres que se quitan su bocado para dártelo, y lo digo literal, porque pueden haber sobrado croquetas, espaguetis o asado, pero ellas prefieren comerse una lata de sardinas, que haría vomitar a una cabra (sí, a veces también sobreactúan su papel), para que tú te lleves el resto en tuppers. Porque su máxima preocupación es que estés gordo, porque piensan que cualquier día puede llegar la glaciación o una nueva bomba atómica o nos veremos atrapados por la sombra de Mordor y tú, serás el único que podrá sobrevivir durante varios meses con la grasa que has acumulado a base de mojar pan en la salsa de las albóndigas. Es más, podrás enterrar a focas y más focas antes de que tú mueras por inanición.

- Son esas personas que te preguntan siempre, da igual que tengas 16 años o 42… ¿bueno y qué tal de chicos?? e incluso te siguen arropando. Porque volver a la casa de tus padres es volver a Cuéntame, es como si allí nunca hubiesen pasado los años, es una cápsula del tiempo, el museo de los recuerdos más vergonzosos, un recopilatorio más bochornoso que el BOOM 7. Fotos con acné y aparato de dientes, la de la comunión, abierta de patas con 3 años mientras te limpian el pañal… o tu colcha de cuadros, que demos gracias a la obsesiva limpieza de las madres, porque todos sabemos que esa manta tiene más vida que un paritorio (sí, va por ellos). 

- Esas personas que tienen 3 objetivos en su vida: uno, que seas funcionario, dos, que tengas una hipoteca y tres, que lleves la camisa por dentro. 

- Y… cuatro, tener la tarifa de teléfono más barata del mercado para fundirte a llamadas diarias para preguntarte cuestiones vitales sin las que el mundo no podría seguir su curso: ¿qué has comido?, ¿qué has cenado?, ¿has merendado?, ¿te has tomado los sobres que te di para la garganta?, ¿qué tiempo hace?, abrígate… Todo el mundo sabe que son preguntas de madre, las de tu padre son: "Bueno todo bien ¿no? ya me ha contado tu madre, cuidate", todo en 7 segundos exactamente. 

- Los que tienen miopía perenne y selectiva, sólo para tí. Porque tu barriga es salud, tu calvicie, personalidad, tu nariz, marca de la familia y tu alfombra en el pecho, síntoma de lo macho que eres… Eso sí, el cachas de tu amigo Juan, es un tipo inflao, medio rarito y descompensao porque tanto músculo no es normal, eso no gusta a las chicas.


- Pero a pesar del orgullo, son los únicos que te dicen las verdades importantes. No esperes que la mejor de tus colegas te cuente que ha visto a tu novio besando a otra, o que tener 43 años y gastarte tu sueldo en una pantalla gigante y pegarte todo el día jugando a videojuegos no es sano, es más, te enterrará para siempre en la ignominia, soledad y desidia vital.

- Si no te entierran ellos antes en calzoncillos y calcetines, que te regalan sistemáticamente todas las Navidades y cumpleaños. Y aún así no entiendes la paradoja de por qué sigues sin tener unos calzoncillos decentes o unos calcetines sin agujero.

- Tienen la manía personal de hacer un diminutivo de tu nombre delante de la gente… da igual como te llames, incluso si te llamas Job, que manda huevos acortar algo más corto que un estornudo, ellas te llaman Jobito.

- Son aquellos que dan vergüenza ajena cuando bailan un rock de Miguel Ríos al son de una orquesta de pueblo, mientras tú te sonrojas, pero ellos no conocen la vergüenza cuando tienen que limpiarte la pota que has echado al llegar borracho a casa.

- Por cierto, son los únicos que se creen cuando llegas así, que lo que te pasa es que te ha sentado mal la hamburguesa de la cena. Y tú eres el único que se cree que ellos se lo creen y todos tan felices en esa mentira circular paterno-materno-filial. 

- Son igual que la casa de Gran Hermano… todo lo magnifican. Si eres reponedor del DÍA, tu madre dirá que coordinas la sección de alimentación, si eres soldado, para ella capitán y si eres notario… si eres notario, no añadirán nada más porque ese es el sueño de cualquier madre y me remonto al punto número 3 y añado otro objetivo vital.

- Obran milagros… porque cuando te haces padre adquieres un don, como la multiplicación de los panes y los peces. Con 100 pavos consigues que coma una familia decentemente un mes y tú con esos 100 pavos no eres capaz de fumar un mes entero y la última semana estás racaneando pitis en la oficina. Logran cambiar tu mundo de color, tu madre es capaz de volver una camisa marrón a un blanco nuclear, o volver igual de blancos los armarios de la cocina, que tú siempre habías pensado que eran amarillos. Consiguen lo más difícil del mundo mundial, quitar la puñetera grasa de los tupper, tú puedes frotar y frotar y siempre se queda la película de grasa pringosa, tu madre hace lo mismo y consigue dejarlo como la patena. 


- Y hablando de patenas, te hablan raro y con ellos aprendes el castellano antiguo. Limpio como la patena, sarasa, filibustero, melopea o palomo… pequeñas joyas léxicas que están cayendo en el olvido.

- Les rechiflan las fotos: en una comunión, de compras, comiendo un cocido o en el baño, sólo quieren tu retrato como salvapantallas de su móvil o para meterlo en la cartera al lao de la estampita de San Antonio de Padua o La Macarena pa enseñarlo en la calle como quien reparte fliers.  

- Te dan besos continuos, sonoros, Almodovarianos que pueden acabar en una sordera transitoria y te marcan con su carmín en la cara. Parece algo inofensivo, inocente, casual, pero no, te están marcando como a las vacas, están meando el territorio. Porque tú eres su ternero, por eso te ceban como a uno.

- Están para todo y en cualquier momento, lágrimas, risas, dolores, celebraciones, penas… menos cuando hay fútbol, que eso es sagrado.

- Y siempre, siempre tienen razón, ¿y por qué?? porque cuando seas padre comerás huevos. Cualquier cosa es discutible en la vida menos esa frase, una verdad absoluta, rotunda, irrefutable… CUANDO SEAS PADRE COMERÁS HUEVOS. Y lo peor es que estás deseando ser padre para decirla...

domingo, 9 de marzo de 2014

SER DE PUEBLO, UNA FORMA DE SER

Ese señor con mala baba, viejuno, impertinente, de una inteligencia brillante a la altura de su verborrea venenosa y un libro, el libro, su libro, Paco Umbral, dijo una vez que ser universitario es una forma de ser. Bien, pues yo sin libro y algo más joven, el resto me lo quedo, digo que SER DE PUEBLO, señores, ES UNA FORMA DE SER y si tu pueblo es cabecera de comarca, eso ya son palabras mayores.



Son muchos los que desearían tener un pueblo, tanto, que se inventan uno cuando tienen dinero suficiente. Se compran un antiguo caserón en un municipio apartado. Abrazan la vida campestre como su nueva religión, se erigen los popes del ruralismo. Pero sabed, que a la naturaleza no se le engaña. Van con sus mocasines castellanos por los caminos de Villarrubia de la Calzada respirando muy fuerte para llenar sus pulmones de aire puro y lo que consiguen en llenarse del tufo de mierda de vaca, hablan a los paisanos muy despacio como si hablasen en otro idioma y miran a una vieja haciendo ganchillo como si estuvieran viendo un documental del National Geographic, sí señores, eso es querer ser de pueblo y no poder. Pobres huérfanos de pueblo, porque saben que ser de pueblo es mejor que ser marqués, pero este título no se hereda, se es. ¿Y por qué?? ahí van las razones:


- Da igual que seas el mayor perro explotador, con una nómina con más ceros que la de Ronaldo, o el mismísimo rey de España, pero si eres de pueblo, eres campechano. Él inventó el término. Es la teoría del campechanismo real de pueblo.


- Te da superpoderes, tú siempre eres el/la que más aguanta bebiendo y es que te has criado en un sitio que para el dolor de regla te daban un chupito de anís, para cuando hace frío un chorrito de coñac, si estás malo del estómago, chupito de brandy. Si estabas desganado, vasito de jerez que abre el apetito y por supuesto para hacer la digestión, chupito de orujo casero hecho con alcohol de 90 grados pa las heridas.


- La gente de pueblo podemos permitirnos decir tacos, porque imprimen normalidad, puedes ser un snob estirado, pero si sueltas un “coño” de vez en cuando quedará grácil y cercano…


- En una entrevista de trabajo siempre ayuda… porque eso significa ser buenagente, sencillo, primario, pero noble, te da ese poso de haberlo pasado un poco mal, aunque tu padre sea el terrateniente de media provincia, te hace parecer sano, aunque no hayas pisado un huerto en tu vida, conocedor de las simplezas de la vida, de la auténticas claves, el amo de la supervivencia, de la importancia de la comida que nace de la tierra.


- Eres políglota, más que un miembro de las Naciones Unidas. Conoces otros idiomas, el de tu pueblo y los de la comarca. Cascoporro, rediós, co, arguellao, el copón de la baraja, zenagoria… tu vocabulario es más rico que Florentino.



- Eres un héroe, dejas atrás al último superviviente, has vivido unas fiestas de pueblo, y eso lo deberían convalidar con la mili, con un curso avanzado de autodefensa, con la experiencia de una guerra como la de Vietnam. Eres un tipo que se puede enfrentar a cualquier situación.

- Conoces el sabor auténtico de las cosas, cuando los de ciudad compran tomates insípidos, manzanas que saben a cartón o pepinos que no son pepinos. Tú vas a tu pueblo y te traes tomates más rojos que Kim Jong-Il, que no sólo saben… huelen!!


- Sabes cosas que nadie sabe, eres un explorador, el puñetero Félix Rodríguez de la Fuente. Mientras tus amigos urbanitas no han visto una alcachofa en su vida si no es en una bandeja del Carrefour, tú sabes distinguir un cedro de un olmo, bueno, en realidad no tienes ni idea, pero tú eres el sabio, nadie lo va a refutar, (eso sí, no te tires el pisto con las setas, las hay venenosas).


- Eres un tipo/a seguro/a en la vida porque has vivido en un micromundo en el que ser el primero en fumar un piti, te convertía en pionero. Hacer un calvo o subir a un árbol te convertía en el rey del mambo. Y cuando te hunden en la miseria en Madrid los 5 millones de tipos/as más guapos y listos que tú, vuelves a tu pueblo y sigues siendo leyenda, con canas, pero leyenda que nunca muere. Ahí está Jose, ¿te acuerdas ese verano que se lió con tres tías la misma noche y ganó el concurso de chupitos después de subirse al escenario y meter un morreo al de Barricada?.


- Eres el más simpático/a del mundo porque estás acostumbrado a saludar a to quisque. Si hay una norma inviolable en los pueblos es que te cruces con quien te cruces, lo conozcas o no, todo el mundo saluda con un quépasacómovaesobuenastardesalaquevayabien!!.


- Ser de pueblo es saber códigos distintos, si vas a un bar se paga la ronda, no hay medias tintas ni cuentas partidas, el pueblo va por rondas, igual que un verano te puedes tirar a María y el siguiente verano le toca a otro y no hay rencores ni malos rollos, las rondas son igual, esta te toca a tí y la siguiente a tí, y nadie se baja del burro y se pira a casa antes de pagar la suya.


- Es ser cariñoso, implica encontrarte a un paisano en un viaje a Estambul y abrazarle como si fuese el único humano que queda en la faz de la tierra, es el sentimiento del español en el extranjero, pero elevado a la máxima potencia.


- Es el poder de adaptación, te apañas con poco, porque había 3 chicos y dos eran feos, una tienda y dos bares. Sabes que no hacen faltan velas, música de fondo, cama de biscolástica y nieve cayendo fuera para echar un buen kiki. Tú lo has hecho en un pajar, debajo de los chopos, en el río, encima de un tractor y debajo también (del tractor, digo).


- Conoces la ley de la calle, porque te has pegado toda la niñez en ella. Bajabas a las 11 de la mañana, tu madre te tiraba el bocata de la comida y la merienda desde el balcón, como un helicóptero de ayuda humanitaria en Burkina Faso y volvías a las 12 de la noche, con más barro que un boina verde y más heridas que un boxeador, pero vivo/a.


- Estás preparado para la selva. Has matado a animales con tirachinas, puesto petardos a los gatos, quitado las alas a los murciélagos y eso te da galones en la escuela de la vida.



- Algún verano has recogido oliva o fresas o manzanas, currado en una fábrica de tablas o has manejado un toro… y eso te da dignidad y respeto en el futuro, has trabajado con las manos.

- Ser de pueblo es haber sido alguien, da igual, o capitán del equipo de fútbol o el camarero del bar de moda, o la chica la Charo, o el del grupo musical o el de la peña de las fiestas, pero hay menos gente, destacar es fácil. Eres alguien, cabeza de ratón o cola de león. El pueblo es cabeza de ratón always.


- Tienes mote propio, perteneces a una tribu, "los chumis", "los panaderos", "el rata" o "el pelos"… y si eres calvo hoy día, eso mola, porque una vez tuviste un pelucón del 15 y el mote te recuerda ese pasado glorioso.


- Sabes aprovechar el tiempo: haces los cien recados que no puedes hacer en la ciudad de golpe, vas a Hacienda, te haces análisis, resuelves lo del Ayuntamiento, pasas la revisión al coche, te coses los bajos de los pantalones y te vienes con tupper y melocotones recién caídos del árbol. Haces en un finde lo que un madrileño hace en dos meses después de chuparse 20 horas de colas.


- Tienes un lugar de retiro gratis. Te vas a la casalpueblo mientras otros pagan el hotel rural de moda.


- Eres la reina de los disfraces de carnaval porque te llevan visitendo con traje regional desde que tenías 2 años.


- Eres un tipo/a independiente porque has visto muchos rebaños, has visto cómo se comportan las ovejas muy de cerca...


- Eres el/la que mejor conduce porque aprendiste con un tractor a los 13 (sí, el mismo donde perdiste la virginidad). Hoy serías capaz de dar marcha atrás con una sola mano en el volante de un camión cisterna.


Ejercicio de imaginación: (Imaginad la escena de un sargento con un ejército de boinas… (podrían ser verdes, pero aquí son negras y van a rosca), gritando a sus soldados: ¡no os achantéis ellos quieren ser como vosotros!!. ¡Habrá muchos que intentarán acabar con vuestro orgullo de pueblo, os llamaran paletos, pueblerinos, provincianos, catetos, harán chistes del Lepe o Marianico el corto (seamos sinceros, el mote no ayuda), recordarán la cabra cayendo del campanario, pero no os arruguéis!!, ¡¡sacad pecho porque sólo quieren hundir vuestro orgullo!!. ¡Ellos quieren serlo, pero no tienen pueblo!!, ¡sois poseedores de un carnet, exclusivo, por el que pagarían millones!!,¡ el pasaporte del éxito!!,¡ un seguro de vida!… ¡por una vez el carnet es vuestro y ellos no entrarán al garito!!! porque, por una vez, son ELLOS los que llevan zapatillas!! ¡¡y son New Balance!!!!). 

(La escena termina con los soldados corriendo a ritmo militar con sus boinas mientras desaparecen por el horizonte y cantan al unísono con sus graves voces: ¡el sargento es un cabróóóóón, soy de puebloooo y tú nooooooo!!!!). SE FUNDE A NEGRO.