domingo, 23 de febrero de 2014

EL TIPO FREPECTO

¿Cómo es el tío perfecto? estaba describiéndolo cuando leí el post de Rodrigo Taramona en http://blogs.glamour.es/nacho-lopez-rodrigo-taramona/  sobre lo que buscan los tíos en nosotras… esto podría ser la cara B @taramonication.


Así como la tía perfecta sí que existe y Ronaldo ya se la ha pillado, el tío creo que está más complicado, o quizá sea un problema de visión. ¿Qué tiene que tener un menda para que nos vuelva locas??. Supongo que éste es el Santo Grial para muchos. Algo más secreto que la fórmula de la Coca Cola, más esperado que el último capítulo de Breaking Bad, más soñado que un billete de lotería ganador o unos Loboutin por 100 pavos. Más buscado que el porno en internet, más deseado que Beyoncé en pelotas subida en una bola pendular como Miley Cyrus, pero con curvas de verdad. Más ansiado que el polvo de un presidiario y más triste que un torero al otro lado del telón de acero… (esto no venía a cuento pero me ha venido la frase de Sabina del tirón). Imprescindible para sobrevivir como un antiojeras. Más solicitado que un bolo de Mario Vaquerizo. Más y más y más… que Falete!!. Bien pues ahí van los puntos imprescindibles para encandilarnos.


1- Tiene que ser guapo, pero no guapísimo, es decir atractivo. ¿Y qué coño es atractivo diréis?, para algunas en realidad significa un feo con rollo. Podría ser un tipo al que siempre han pegado en el cole, pero que hoy vive en Malasaña se deja barba, una buena gafapasta y se dedica a una profesión liberal y de repente es atractivo. Un menda con una sola cosa bonita en la cara, nunca dos. Puede tener unos ojos bonitos, pero la nariz fea, o unos labios carnosos, pero marcas de acné, es decir NUNCA debe ser demasiado guapo para que no sea un peligro cuando salga sólo exponiéndose a las lobas urbanas y bareteras. Todo este lenguaje machistoide es parte del post, si no, pierde la gracia, (explicación para los sensibles que piensan lo mismo, pero han decidido ser políticamente correctos e infinitamente aburridos).
2- Con trabajo. No es negociable, aunque hoy día sea más difícil que conseguir una declaración con sentido de Ana Botella.
3- Lo suficientemente independientes, ni mucho ni poco, sino todo lo contrario. Porque mola que dependan en algunas cosillas de tí para sobrevivir en el día a día, saber dónde están sus calcetines, necesitar tus besos y abrazos mañaneros o tu culo caliente, pero independiente con la pasta. Eso de que te pidan 4 pavos para tabaco de liar todos los días, te retrotrae a la adolescencia más espartana y chusca y te baja la líbido. 
4- Con ambiciones, inquietudes y aficiones distintas a las tuyas. Sí por Dios, que tenga cosas que contar. Da igual que sean los cómics sobre zombies, el petit point, los puzles, la petanca o la comida peruana, cualquier cosa está guay. Puntúa más si saben tocar un instrumento y si es el ukelele, puntuación doble.

5- Que beba alcohol. Sí, lo de no fumar se puede perdonar, porque mientras sales a echar un piti él puede ir pidiendo otra ronda, pero lo de pillarte un pedo y que él vaya más sobrio que tu madre un lunes por la mañana?? eso NO ES BONITO, eso desune, creédme.
6- Intenso-macarra-normalizado: Que le interese lo suficiente la moda sin ser petardo, o la poesía sin ser plasta, alcanzar el zen, el equilibrio universal del intensismo. Y cuando se alcance esto, será lo suficientemente listo como para estar orgullosa de él delante de un grupo de literatos y lo suficientemente gañán como para llevarle a las fiestas de tu pueblo a beberse litros de birra, ver cómo vomita uno de tus colegas en la acera o disfrazarse de tía con un vestido de faralaes de los chinos.
7- Interesado por la moda y el cuidado personal, pero no más que tú. Nunca nos ha gustado que un tipo cuando nos vamos de viaje meta el secador antes que los calzoncillos. O se coma una manzana mientras te mira cómo te relames después de un brownie.
8- Sinceros. Esto tampoco es negociable. Pero no tanto como para decirnos si hemos engordado o que nuestra mejor amiga es una zorra inmunda y su suegra una nazi. Es decir, pedimos sinceridad con sensibilidad. Una mezcla equilibrada, un gin and tonic, un Faemino y Cansado, un mar y montaña, un Simon and Garfunkel. Un Milli Vanilly, pero que no suene tan falso.
9- Que nos sorprenda, y por sorprender no entendemos comprar el pack de canal plus para ver todos los partidos de fútbol… y luego añadír:  “y películas cari” (por cierto “caris”, “churris” etc… sobran en la vocabulario diario, mi nombre mola, como mucho acórtalo).  Regalar peluches gigantes tampoco es una buena sorpresa (un día superamos los 16 y nos salieron las tetas y nos vino la regla, sí, así que no ositos rosas con lazos por Dios). Un viaje de finde a la montaña, una habitación de hotel un martes cualquiera, la chorrada que llevas deseando tres meses y él se ha dado cuenta, un finde de sexo interminable sin salir de la cama, un mensaje en el espejo… quicir… que tampoco hay que ser David Coperfield y hacer magia cada día, cosas sencillas, pero pensadas. 
10- Que le guste bailarrrrrrrrrr!!! bailar mola, además de ser sano, es alegría, puede significar los preliminares del sexo, te ríes. Y no hace falta que lo haga bien, sólo que se divierta. Con la música que quiera. Lo retiro, vetados: Triunfitos, Chicos Disney, Pablo Alborán y los primeros cinco de los cuarenta.
11-Que se cuide. No hay que estar mazado ni comer pollo everyday, tampoco barrigón blandito, pero un pelín de curvita no pasa nada señores, en serio, eso lo podríamos pasar... Prefiero intuir una curva que sentir que estoy con el maniquí ruso de “Noche de Fiesta”.
12- Inteligencia, of course, viene de serie como los elevalunas eléctricos, pero también hay que cultivarla, leer, buscar, mirar, ver… tener inquietud en la vida.
13- Buen tío, este es el MUST, aunque parezca una obviedad, los hay muy perros y las hay muy zorras e incluso los hay muy buenos que se transforman en lo peor cuando el amor se acaba, así que mejor comencemos con buena puntuación que luego todo acaba mermando (y cuando digo todo, es TODO).
14- Generoso, y con esto me refiero en todos los ámbitos, en la cama y en el bar… sé que estamos en el siglo XXI, pero sí, mola que el primer día, cuando quedéis, no haya que echar cuentas para pagar estrictamente a medias, luego el día a día hace que todo se reparta de manera natural. Pero por Dios, no racaneos a la hora de pagar rondas con colegas, no racaneos con los regalos de cumpleaños y, sobre todo, no racaneos con la comida: la pechuga de pavo no es lo mismo que el fiambre de pavo, o el jamón ibérico no es el serrano, por eso cuesta 10 pavos más, claro.
15- Que se implique en el día a día, entre ser una maruja y Homer Simpson hay de nuevo un término medio.
16- Gracioso!!!. El humor (y no es un tópico) es tan necesario como el buen sexo o más!!. Y ambos juntos ya son como acudir a hacer la declaración de Hacienda y que te devuelvan, (dinero y una sonrisa) que no sé qué coño es más difícil.
17- Moderno, pero no un esclavo hipterista, está guay controlar el último disco de un grupo finlandés que hace rock psicodélico en un garaje de Estocolmo, el último corto o no salir de “La bicicleta”, pero hay más vida que las barbas y las New Balance. Es más, hay un mundo fuera de seres que habitan muy cerca de nosotrooooos... que no saben qué es un mainstraim, que piensan que hastag es el último fichaje delantero del Barcelona, que no tienen un perro de esos pachones y feos y que creen que una reducción de Pedro Jiménez es un tipo jibarizado.
18- Cariñoso, pero no empalagoso. Molan los besos, ¡¡¡¡muchísimo!! súperfan de los besos y los abrazos, pero no es necesario beber más saliva que agua a lo largo del día. 
19- Con colegas PROPIOS. Lo de su propio ambiente, pandilla… fun-da-men-tal!! espacio, espacio, tan necesario como bajar la tapa del wáter o tirar de la cadena. 
20- Protector e interesado por tus cosas, tu vida y dispuesto a ayudarte siempre… A tí y a tu gente, porque tus amigas le caen bien!!!
Después de todo esto, sé que es complicado aunar todos estos puntos, somos conscientes de que un tío así no existe fuera de un sueño húmedo. Pero no nos pongamos exquisitas y seamos realistas, todas hemos admitido  las combinaciones, incluso permutaciones de dos y tres elementos. Eso sí, para que sea un tipo que presentarías a tus padres, al menos tiene que reunir cinco puntos mínimo. Y puede parecer difícil, porque tú sólo piensas que tiene el punto 5 (que bebe alcohol)... Pero un día llega borracho a casa (punto 5) y todo el mundo sabe que a un montón de copas le sigue la exaltación del amor y se pone a darte besitos y abrazos (que sea cariñoso punto 18) y a decirte que se ha pasado con los chupitos (sinceridad punto 8 ), te cuenta el último chiste de la noche (que sea gracioso punto 16), le suena el móvil con la música de Paquito el Chocolatero y te saca a bailar (que baile punto 10) y se desploma en la cama sin echarte ni medio polvo, ehhh, pero a lo tonto, ha conseguido cinco requisitos y ha superado la frontera… así que al día siguiente te toca presentar a tu padres a tu hombre frepecto con su perfecta resaca.



domingo, 9 de febrero de 2014

¿DORMIR ES MÁS QUE FOLLAR??

Porque todo el mundo sabe detodalavidadeDios, que las mejores reflexiones salen con cañas y si no lo son, en ese momento te lo parece, y por un instante, crees que harás ese superviaje en medio de la exaltación de la amistad o que esa próxima empresa que vais a montar la comprará Microsoft y te forrarás de por vida, o que eres el tipo/a más ingenioso del mundo mundial. En general, el alcohol todo lo mejora, menos el aliento. En fin, pues en esas y con unos colegas… una amiga cuenta que se ha enrrollado con un tipo, pero no quiere nada más con él, así que echaron un kiki, pero no se quedó a dormir, a lo que uno de los contertulios (que no tertulianos señores, manía personal), dijo: “osea que dormir es más que follar” y todos, al unísono, como un coro de púberes imberbes del colegio de San Ildefonso, cuando tenemos pelos ya hasta en… dijeron: “Claroooo”.
Y aquí vienen las reflexiones posteriores… obviando por supuesto las razones que todo el mundo da por hecho… ¿desde cuándo compartir una cama o darse un abrazo implica más cosas que ponerse en pelota picada delante de otro, compartir fluidos, sobarse entero y casi siempre poner posturas no demasiado sexys en frente de un desconocido o más o menos conocido??.



Y el mismo contertulio, marciano y propablemente opusino-catolicoide-rancio y demodé, a los ojos del resto, adujo: “pues si yo le digo a mi mujer que me he ido de juerga contigo (refiriéndose a una amiga común sentada en la mesa) y como iba pedo me he quedado a dormir, probablemente no le haga gracia, pero valore mi sinceridad, pero si le digo que hemos follado, me echa de casa. ¿Cómo coño va a significar más dormir que follar??”.
A lo que de nuevo el coro de palmeros dijo: “Hombreeeee, eso no es lo mismooooo”.¿Qué no es lo mismo señores?. ¿En qué momento se ha dado la vuelta a la tortilla?, ¿Por qué ponerse en bolas con alguien es más normal que hacer la cucharita??. ¿Desde cuándo no hay vergüenza para bajarse al pilón, pero sí para dar un beso de buenos días??.
Quizá para muchos el comienzo de este post les parezca romántico-ñoño-blandito, pero igual follar-dormir-darse un beso y decirse adiós también está bien. Porque una noche soñando no es un contrato de noviazgo y un polvo a veces, es algo más que sexo y otras… sólo eso.  
Pero las cañas no se quedaron ahí como cualquier juernes que se precie… así que de nuevo planteé el tema por la noche con unas amigas (no hay nada como el periodismo de investigación regadito de birra). Dos chicas esta vez, que corroboraron que "Dormir es más que follar". He aquí el por qué femenino de la cuestión. 
Porque a su vez, que te oigan "roncar es más que tenerla pequeña". Así es, escuchen todos aquellos que gastan una talla discreta de paquete, lo mejor para los complejos, la medicina definitiva de los pseudoeunucos es una mujer roncadora, porque siempre será más vergonzoso escuchar cómo ronca una tía que gastar la XS de calzoncillos. 
Porque después de roncar, levantarse con cara de Marilyn Manson no está pagado y supera con creces una mala postura con el culo en pompa, porque llegar a un baño por la mañana en el que tienes "tres cosas" no se paga con dinero. "Los baños tres cosas" son muy propios de muchos tíos (de tíos, tíos, no hablo de metrosexuales). Son aquellos baños a los que entras y sólo hay una toalla pequeña, que igual sirve para secarse las manos, que la cara, que el cuerpo y el pelo. Esos baños donde sólo hay gel, con el que puedes de nuevo lavarte manos, pelo, cuerpo y si me apuras, los cacharros del desayuno. Y una tercera cosa, pasta de dientes, que por cierto tienes que frotar con los dedos sobre los dientes porque no tienes un puñetero cepillo y si quieres besar a ese menda por la mañana sin parecer un dragón, tienes que camuflar el aliento desayunándote un poco de pasta de dientes. 

Porque el momento desayuno con un café guarruno con leche entera (porque los tíos no han descubierto todavía la puñetera leche desnatada) es un momento incómodo de mierda. Entonces tienes que impostar una conversación normal de pareja con tu careto resacoso y los rayos del sol en toda la jeta y te sientes como un vampiro de Crepúsculo (que es mucho peor que un vampiro de toda la vida) al que se le está derritiendo el rostro. 
Porque después de lavarte el pelo con el único gel y secarte con la única toalla con la que él se seca sus genitales, te has tenido que volver a poner las bragas de ayer, y de nuevo estás incómoda. Y cuando decides acabar con esa situación y volverte a tu casa a ser un humano de nuevo, tienes que darle un pico de despedida como si fueses su novia en el quicio de la puerta y eso, sí que saca de quicio. Y entonces balbuceáis esas palabras de… "bueno, pues ya si eso hablamos ¿no?" y vuelves a darle otro beso rápido con tu boca que sabe a pasta de dientes y leche entera y te piras con tu cara de Marilyn Manson y las gafas de sol a pillar un metro ( que está subterráneo, pero nunca tanto como el infierno del que acabas de salir) y olvidar todo esto intentando recordar lo único bueno que te queda de esa noche… el polvo, a pesar de que él la tuviese pequeña. 
Y después de las encuestas científicas elaboradas, quédense con la conclusión que más les guste, dormir es más que follar, follar es más que dormir… en realidad lo ideal es quedarse dormido de tanto follar.