domingo, 9 de marzo de 2014

SER DE PUEBLO, UNA FORMA DE SER

Ese señor con mala baba, viejuno, impertinente, de una inteligencia brillante a la altura de su verborrea venenosa y un libro, el libro, su libro, Paco Umbral, dijo una vez que ser universitario es una forma de ser. Bien, pues yo sin libro y algo más joven, el resto me lo quedo, digo que SER DE PUEBLO, señores, ES UNA FORMA DE SER y si tu pueblo es cabecera de comarca, eso ya son palabras mayores.



Son muchos los que desearían tener un pueblo, tanto, que se inventan uno cuando tienen dinero suficiente. Se compran un antiguo caserón en un municipio apartado. Abrazan la vida campestre como su nueva religión, se erigen los popes del ruralismo. Pero sabed, que a la naturaleza no se le engaña. Van con sus mocasines castellanos por los caminos de Villarrubia de la Calzada respirando muy fuerte para llenar sus pulmones de aire puro y lo que consiguen en llenarse del tufo de mierda de vaca, hablan a los paisanos muy despacio como si hablasen en otro idioma y miran a una vieja haciendo ganchillo como si estuvieran viendo un documental del National Geographic, sí señores, eso es querer ser de pueblo y no poder. Pobres huérfanos de pueblo, porque saben que ser de pueblo es mejor que ser marqués, pero este título no se hereda, se es. ¿Y por qué?? ahí van las razones:


- Da igual que seas el mayor perro explotador, con una nómina con más ceros que la de Ronaldo, o el mismísimo rey de España, pero si eres de pueblo, eres campechano. Él inventó el término. Es la teoría del campechanismo real de pueblo.


- Te da superpoderes, tú siempre eres el/la que más aguanta bebiendo y es que te has criado en un sitio que para el dolor de regla te daban un chupito de anís, para cuando hace frío un chorrito de coñac, si estás malo del estómago, chupito de brandy. Si estabas desganado, vasito de jerez que abre el apetito y por supuesto para hacer la digestión, chupito de orujo casero hecho con alcohol de 90 grados pa las heridas.


- La gente de pueblo podemos permitirnos decir tacos, porque imprimen normalidad, puedes ser un snob estirado, pero si sueltas un “coño” de vez en cuando quedará grácil y cercano…


- En una entrevista de trabajo siempre ayuda… porque eso significa ser buenagente, sencillo, primario, pero noble, te da ese poso de haberlo pasado un poco mal, aunque tu padre sea el terrateniente de media provincia, te hace parecer sano, aunque no hayas pisado un huerto en tu vida, conocedor de las simplezas de la vida, de la auténticas claves, el amo de la supervivencia, de la importancia de la comida que nace de la tierra.


- Eres políglota, más que un miembro de las Naciones Unidas. Conoces otros idiomas, el de tu pueblo y los de la comarca. Cascoporro, rediós, co, arguellao, el copón de la baraja, zenagoria… tu vocabulario es más rico que Florentino.



- Eres un héroe, dejas atrás al último superviviente, has vivido unas fiestas de pueblo, y eso lo deberían convalidar con la mili, con un curso avanzado de autodefensa, con la experiencia de una guerra como la de Vietnam. Eres un tipo que se puede enfrentar a cualquier situación.

- Conoces el sabor auténtico de las cosas, cuando los de ciudad compran tomates insípidos, manzanas que saben a cartón o pepinos que no son pepinos. Tú vas a tu pueblo y te traes tomates más rojos que Kim Jong-Il, que no sólo saben… huelen!!


- Sabes cosas que nadie sabe, eres un explorador, el puñetero Félix Rodríguez de la Fuente. Mientras tus amigos urbanitas no han visto una alcachofa en su vida si no es en una bandeja del Carrefour, tú sabes distinguir un cedro de un olmo, bueno, en realidad no tienes ni idea, pero tú eres el sabio, nadie lo va a refutar, (eso sí, no te tires el pisto con las setas, las hay venenosas).


- Eres un tipo/a seguro/a en la vida porque has vivido en un micromundo en el que ser el primero en fumar un piti, te convertía en pionero. Hacer un calvo o subir a un árbol te convertía en el rey del mambo. Y cuando te hunden en la miseria en Madrid los 5 millones de tipos/as más guapos y listos que tú, vuelves a tu pueblo y sigues siendo leyenda, con canas, pero leyenda que nunca muere. Ahí está Jose, ¿te acuerdas ese verano que se lió con tres tías la misma noche y ganó el concurso de chupitos después de subirse al escenario y meter un morreo al de Barricada?.


- Eres el más simpático/a del mundo porque estás acostumbrado a saludar a to quisque. Si hay una norma inviolable en los pueblos es que te cruces con quien te cruces, lo conozcas o no, todo el mundo saluda con un quépasacómovaesobuenastardesalaquevayabien!!.


- Ser de pueblo es saber códigos distintos, si vas a un bar se paga la ronda, no hay medias tintas ni cuentas partidas, el pueblo va por rondas, igual que un verano te puedes tirar a María y el siguiente verano le toca a otro y no hay rencores ni malos rollos, las rondas son igual, esta te toca a tí y la siguiente a tí, y nadie se baja del burro y se pira a casa antes de pagar la suya.


- Es ser cariñoso, implica encontrarte a un paisano en un viaje a Estambul y abrazarle como si fuese el único humano que queda en la faz de la tierra, es el sentimiento del español en el extranjero, pero elevado a la máxima potencia.


- Es el poder de adaptación, te apañas con poco, porque había 3 chicos y dos eran feos, una tienda y dos bares. Sabes que no hacen faltan velas, música de fondo, cama de biscolástica y nieve cayendo fuera para echar un buen kiki. Tú lo has hecho en un pajar, debajo de los chopos, en el río, encima de un tractor y debajo también (del tractor, digo).


- Conoces la ley de la calle, porque te has pegado toda la niñez en ella. Bajabas a las 11 de la mañana, tu madre te tiraba el bocata de la comida y la merienda desde el balcón, como un helicóptero de ayuda humanitaria en Burkina Faso y volvías a las 12 de la noche, con más barro que un boina verde y más heridas que un boxeador, pero vivo/a.


- Estás preparado para la selva. Has matado a animales con tirachinas, puesto petardos a los gatos, quitado las alas a los murciélagos y eso te da galones en la escuela de la vida.



- Algún verano has recogido oliva o fresas o manzanas, currado en una fábrica de tablas o has manejado un toro… y eso te da dignidad y respeto en el futuro, has trabajado con las manos.

- Ser de pueblo es haber sido alguien, da igual, o capitán del equipo de fútbol o el camarero del bar de moda, o la chica la Charo, o el del grupo musical o el de la peña de las fiestas, pero hay menos gente, destacar es fácil. Eres alguien, cabeza de ratón o cola de león. El pueblo es cabeza de ratón always.


- Tienes mote propio, perteneces a una tribu, "los chumis", "los panaderos", "el rata" o "el pelos"… y si eres calvo hoy día, eso mola, porque una vez tuviste un pelucón del 15 y el mote te recuerda ese pasado glorioso.


- Sabes aprovechar el tiempo: haces los cien recados que no puedes hacer en la ciudad de golpe, vas a Hacienda, te haces análisis, resuelves lo del Ayuntamiento, pasas la revisión al coche, te coses los bajos de los pantalones y te vienes con tupper y melocotones recién caídos del árbol. Haces en un finde lo que un madrileño hace en dos meses después de chuparse 20 horas de colas.


- Tienes un lugar de retiro gratis. Te vas a la casalpueblo mientras otros pagan el hotel rural de moda.


- Eres la reina de los disfraces de carnaval porque te llevan visitendo con traje regional desde que tenías 2 años.


- Eres un tipo/a independiente porque has visto muchos rebaños, has visto cómo se comportan las ovejas muy de cerca...


- Eres el/la que mejor conduce porque aprendiste con un tractor a los 13 (sí, el mismo donde perdiste la virginidad). Hoy serías capaz de dar marcha atrás con una sola mano en el volante de un camión cisterna.


Ejercicio de imaginación: (Imaginad la escena de un sargento con un ejército de boinas… (podrían ser verdes, pero aquí son negras y van a rosca), gritando a sus soldados: ¡no os achantéis ellos quieren ser como vosotros!!. ¡Habrá muchos que intentarán acabar con vuestro orgullo de pueblo, os llamaran paletos, pueblerinos, provincianos, catetos, harán chistes del Lepe o Marianico el corto (seamos sinceros, el mote no ayuda), recordarán la cabra cayendo del campanario, pero no os arruguéis!!, ¡¡sacad pecho porque sólo quieren hundir vuestro orgullo!!. ¡Ellos quieren serlo, pero no tienen pueblo!!, ¡sois poseedores de un carnet, exclusivo, por el que pagarían millones!!,¡ el pasaporte del éxito!!,¡ un seguro de vida!… ¡por una vez el carnet es vuestro y ellos no entrarán al garito!!! porque, por una vez, son ELLOS los que llevan zapatillas!! ¡¡y son New Balance!!!!). 

(La escena termina con los soldados corriendo a ritmo militar con sus boinas mientras desaparecen por el horizonte y cantan al unísono con sus graves voces: ¡el sargento es un cabróóóóón, soy de puebloooo y tú nooooooo!!!!). SE FUNDE A NEGRO.

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